Hay noches en la que extraño eso que mi piel solía sentir cuando tus labios rosaban el firmamento de mi cuerpo. Sobre pétalos de girasoles cae el rocío que yace en mis mejillas rojas, anhelando que tus brazos vuelvan a tenerme cómo aquella noche en la que mi alma se enamoró de tu ser. Aveces me pregunto a mi misma si aún existe dentro de mi ese sentimiento de aquello que es indestructible, a lo que todos llaman “amor”.
Creo que ya no recuerdo que es el estar enamorada. No recuerdo como se siente despertar y ser amada, que te despierten a besos o que se preocupen por ti. Tan si quiera me acuerdo de Las mariposas que una vez vivieron en mi estómago. Creo que Simplemente desaparecieron con la partida de tu primavera. Llevándose así un jardín de rosas las cuales amaban tenerte cerca.
Me gustaría volver a sentir la electricidad en mis dedos al rosar tus manos, y sentir que el tiempo se detiene con cada pestañear. Sumergirse en el silencio de tu risa, perdiéndome en el laberinto de tus besos sin salida, y Confundiendo cada partícula de ser con el vacío de una soledad infinita.
-Chandra Z.
